Haciendo un seguimiento a las pacientes, se supo que existe un miedo generalizado, por el comentario de los familiares, que no gustan de ir al ginecólogo, porque el examen es incomodo y doloroso, causando de esta manera un miedo previo y el rechazo de las más jóvenes.

La tarea del Ginecólogo es estos casos es orientar a las noveles pacientes con consejos para evitar infecciones vaginales y promover el uso del preservativo para evitar el contagio por enfermedades tipo virus de papiloma humano.

Se le pregunta a la joven directamente si saben sobre ciertos temas ginecológicos, corrigiendo a su vez los conocimientos equivocados o mitos sin fundamento acerca de los exámenes de rutina, e indicando como funciona su cuerpo, eso las ayudara a comprender mejor que les puede estar pasando.

En la actualidad se sabe que las jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales a temprana edad, y son los padres, los que tienen que estar vigilantes e incentivar a las menores a realizarse un Chequeo Integral Ginecológico.

Por lo general la primera visita de las adolescentes se da en la primera menstruación, pudiendo tener sangrados irregulares o flujos vaginales, por ello, el control debe ser cada 3 años, y si la menor ya inicio actividad sexual, el chequeo es anual o semestral, según la indicación del ginecólogo.