Su nombre es Intrinsa y no es una píldora, sino un parche. Fue creada diez años después del viagra, y desde el año 2007 es comercializado en Europa. La Intrinsa actúa sobre los mecanismos mentales del deseo y lo más importante: es para mujeres.

Como ocurrió con el viagra, este parche llegó al comercio con restricciones, y sólo era recomendado para tratar a mujeres a las que se ha extirpado el útero y los ovarios y que no tienen pensamientos ni deseos sexuales.

Intrinsa, fue fabricado por la multinacional Procter & Gamble, se basa en un principio activo que puede parecer chocante a primera vista: la testosterona, la principal hormona sexual natural que producen los hombres. Pero también las mujeres segregan esta hormona, aunque en menor medida.