El sol regala energía, da sensación de bienestar, estimula la circulación, ayuda a conciliar el sueño, contribuye a la regulación de estados depresivos y favorece la producción de hormonas sexuales. Sin embargo, con sus rayos ultravioletas como representantes oficiales en la Tierra, y la capa de ozono deteriorada, el sol puede ser peligroso. Pero estar atentos no significa encerrarse en la oscuridad, sino tomar los recaudos para disfrutar del sol de manera conciente y precavida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alarma: “Uno de cada tres tumores que se detectan son en la piel”. La mayoría de las personas no lo sabe, probablemente porque sus apariciones más comunes son diagnosticadas a tiempo. Pero la tendencia mundial indica un incremento de un 3% anual, que se atribuye principalmente a las costumbres actuales. La doctora María Esperanza Pérez, del Área de Vigilancia de la Salud, Prevención y Control de Enfermedades de la OMS dice, “el culto a la estética considera que el bronceado es un signo de belleza”.

Los 10 errores más comunes al mometno del bronceado

1.-En unos años me empiezo a cuidar

Quienes se exponen al sol en forma excesiva o han sufrido quemaduras graves deben saber que el efecto de los rayos UV es acumulativo y produce cambios irreversibles en la estructura de la piel. Hay que cuidarse siempre y cada una de las veces que uno está bajo el sol.

2.-La piel oscura no necesita protección

La OMS detalla que todos los tonos de piel están en riesgo y que las personas de piel blanca, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo, pecas, antecedente de quemaduras o lunares muy numerosos, deben extremar los cuidados y protegerse con un FPS de 30 en adelante.

3.-Si me tiene que tocar, me tocará

La OMS asegura que el cáncer de piel, en gran medida, es prevenible si se evitan los factores de riesgo conocidos y modificables. El más importante de todos es la exposición a los rayos ultravioletas (UV) procedentes del sol y de las camas o lámparas solares.

4.-Si está nublado, no uso protector

En días nublados o con neblina se reciben radiaciones UV igual que en días soleados y despejados. Además, “hacen efecto de lupa y de reflejos solares”, sostiene el doctor Alberto Velasco. La mismo ocurre con el cemento, la arena, el agua y la nieve: todos generan un reflejo que aumenta la quemazón en distinta proporción.

5.-Sólo uso protector cuando voy a la playa o al mediodía

Cualquier actividad al aire libre requiere protección. “No hay bronceado seguro”, asevera Velasco. “Una forma de darse cuenta es si la sombra que genera el sol es más corta que la altura de la persona”, enseña. Además, hay que tener en cuenta que la franja horaria de riesgo y daño se ha ampliado, y abarca desde las 10 hasta las 16.

6.-Me pongo el protector una vez que estoy bajo el sol

El tiempo que tarda el producto en hacer efecto es de 30 minutos, sin excepción. Hay que aplicarlo antes de exponerse y renovarlo a las 2 horas. Por otro lado, los médicos sugieren no olvidar que si se suda o se hace deporte, se debe reponer el protector más seguido.

Tips para cuidarse

1.-En deportes al aire libre: colocarse protector solar antes de jugar, en el entretiempo, hidratarse y refrescarse. Usar sombrero de ala ancha en lugar de gorro y sombrilla de lona.

2.-En el agua: no frotarse la piel después de nadar, porque el protector se saldrá.

3.-En la altura: por cada 200 metros que se asciende, se incrementa en un 5% el efecto de la radiación UV. En la montaña hay que usar mayor protección.

4.-Al manejar: El vidrio de los autos sólo bloquea los rayos UVB, pero no los UVA. Se requiere protector si se conduce mucho.