Según investigaciones se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes es el abrazo. Cuando nos tocamos, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
“El tipo de abrazo que yo recomiendo es el abrazo del oso”, dice el doctor David Bresler, Director de la Unidad de Control del Dolor en la Universidad de California en Los Angeles. Los investigadores también han descubierto que los abrazos pueden ayudar a una persona a tener una vida más larga, a protegerse contra las enfermedades, a curar depresiones y a aliviar el estrés.
“El abrazo es un tónico excelente” dijo el doctor Harold Voth, Director Psiquiátrico en la prestigiosa fundación Menninger, en Topeka, Kansas. El abrazar puede eliminar una depresión y ayuda a que el sistema inmunológico se fortalezca. Los abrazos le dan vida a un cuerpo agotado y hacen que una persona se sienta más joven y vibrante.
“Estoy convencido de que un abrazo tierno puede evitar o curar un sinfín de problemas”, dijo el doctor Robert Rynearson, Director del Departamento de Psiquiatría de la Clínica Scoot and White, en Temple, Texas.