Esa prenda victoriana que formaba parte del atuendo femenino era el origen de mucho sufrimiento.

Es lo que demuestra el estudio del doctor Dr Ludovis O’Followell, que publicó un libro dedicado exclusivamente a los daños que causaba el uso del corsé.

El libro, publicado en 1908, incluía radiografías para demostrar que el bazo, el corazón podían sufrir graves desplazamientos, el aplastamiento y la deformación de las costillas, a causa de la prenda femenina.

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