Aquellas mujeres que padecen de este mal, mantienen un mayor riesgo de sufrir infartos y diabetes, según lo manifiesta la web Red para ellas. El problema está vinculada con la resistencia a la insulina e hiperinsulinemia además del colesterol y problemas de obesidad.

La enfermedad se detecta por la presencia de quistes en ambos ovarios, además de problemas de sobrepeso, anovulación (ausencia de ovulación); causando periodos mestruales irregulares o retrasados, y generando hiperandrogenismo, incremento de hormonas masculinas que origina en las mujeres más vello en la cara, tórax y muslos.

Una afección no posee cura pero sí tratamiento a través de píldoras anticonceptivas, creando un equilibrio en los niveles hormonales, regulando el período mestrual, combatiendo el acné y contrarrestando el crecimiento de vello y riesgo de cáncer endometrial.