De acuerdo con la publicación Harvard Gazette la leche invariablemente contiene hormonas por el simple hecho de ser materna de un animal. En teoría esto podría provocar el crecimiento de las glándulas mamarias (aunque no está comprobado).

El queso, al provenir de la leche, también tiene una carga hormonal. La alfalfa se usa tradicionalmente para estimular la leche materna en mujeres lactantes y podría aumentar el tamaño del busto.

La linaza es buena para la salud y tiene un alto contenido de estrógeno. Las semillas de hinojo también son ricas en este componente de acuerdo con el Journal of Ethnopharmacology de Estados Unidos.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, los nutrientes parecidos al estrógeno de la soya podrían influenciar los niveles de hormonas reproductivas en el cuerpo. El tofu es uno de los alimentos con mayor concentración.

Recuerda que sentirte bien contigo misma no depende del tamaño de tu busto y que tener una alimentación balanceada es lo más importante.