Te quedas dormida, pero al cabo de un rato te despiertas totalmente empapada de sudor. La mayoría de las veces esto está provocado por algo inofensivo, pero en otras, podría ser una señal de un problema mayor que deberías atender con un profesional.

Por eso Noemi Shah, profesora en medicina pulmonar y del sueño en la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai en Nueva York, te enseña las causas más comunes de la sudoración nocturna en las y lo que puedes hacer para solucionarlo.

1. Demasiado calor en tu habitación

Si tu dormitorio está a más de 15 o 20 grados es probable que haga calor, señala W. Christopher Winter, especialista del sueño. La alta temperatura, así como una pijama que te haga transpirar pueden contribuir a esos golpes de sudor que padeces por la noche.

2. Transtorno excesivo del sudor

Algo que se conoce como . Según la Academia Norteamericana de Dermatología, este trastorno se da cuando una persona suda mucho más de lo normal, incluso cuando duerme. Si crees que puedes tener hiperhidrosis, habla con un dermatólogo.

3. Puede que sean pesadillas

Esta es probablemente la explicación más sencilla para esos sudores: “Si la sudoración es crónica, a veces puede ser que el paciente sea una persona sana, pero que huya de algo en un sueño o en una pesadilla”, comenta el doctor Harry Banshick.

4. Estás sufriendo cambios hormonales

Si estás embarazada o tienes la menstruación esas fluctuaciones hormonales podrían provocar los sudores nocturnos. La menopausia tiende a provocar los sudores más persistentes, y si de verdad afecta la calidad de tu sueño, recomiendan ir al médico.

5. Estás tomando antidepresivos

Los pacientes que están tomando antidepresivos pueden experimentar un aumento de los sudores nocturnos, apunta Shah, dado que ciertos tipos de medicamentos pueden provocar una reacción adrenérgica, que está relacionada con los niveles de adrenalina y provocan el sudor.

6. Tu organismo lucha contra una infección

“Las infecciones en general están relacionadas con cambios de temperatura, porque vienen acompañadas de fiebres que suelen ser un motivo común para sudar”, indica Shah a_ Women’s Health_. Pueda que desconozcas que estés atravesando por una infección y experimentes una subida de temperatura mientras duermes.

7. Tienes un linfoma sin diagnosticar

Un linfoma es un cáncer de parte del sistema inmune, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., y puede provocar numerosos síntomas: uno de ellos son los sudores nocturnos. El cuerpo reconoce el linfoma como algo que tiene que combatir, por lo que aumenta la temperatura para conseguirlo, explica Shah.