La zona íntima requiere de un especial cuidado y atención, ya que se trata de una muy delicada. Los cambios hormonales, el exceso de humedad y una higiene deficiente pueden alterar la flora vaginal, tan sensible a cualquier cambio y como consecuencia provocarnos infecciones.

En ese sentido, la doctora Norma Castro, ginecóloga obstetra de la Clínica Anglo Americana indica utilizar ropa interior de algodón, que favorece la circulación de aire en esa región, y evitar en la medida de lo posible las duchas vaginales, puesto que no todas tienen el pH bajo.

Además, estos tipos de duchas, están dirigidas solo para los genitales externos, por lo que la limpieza no es es 100% eficaz. Asimismo, nos da detalles de las pautas que debemos seguir para un correcto cuidado de la zona íntima femenina:

1.Visita al ginecólogo periódicamente

En el caso de que empieces a sentir molestias o de que comiences a notar algunos síntomas poco habituales como un abundante flujo o un mal olor vaginal, debes acudir a consulta médica para que un profesional pueda determinar si has contraído algún tipo de infección o enfermedad. Además, es fundamental que visites a tu ginecólogo regularmente para comprobar que todo está en perfecto orden.

2.Ropa interior adecuada

Lo recomendable es evitar la ropa interior de materiales sintéticos, debido a que produce mayor sudoración, favoreciendo la aparición de hongos que provocarán que la zona genital sea atacada por infecciones en el área vulvo–perineal.

Lo ideal es usar ropa interior de algodón, la cual permite que la zona íntima se mantenga fresca y ventilada por más tiempo.

3.Higiene íntima diaria

Este es uno de los consejos más importantes, puesto que los genitales externos deben ser aseados todos los días en el momento del baño, usando un jabón suave que no irrite la piel y mantenga el pH (nivel de acidez) balanceado en esa zona. Lo que sí se debe evitar son las duchas vaginales, las cuales, además de no ser necesarias, son negativas para la salud femenina. Estos baños alteran la flora vaginal eliminando las bacterias ‘buenas’, que están encargadas de proteger a las de las infecciones.

4. Desodorantes íntimos

Se debe evitar el uso de desodorantes íntimos. Además de provocar irritaciones y alergias, pueden enmascarar el mal olor vaginal. Un síntoma que podría ser una señal de infección la cual precisa tratamiento.

5. Depilación de la zona íntima

Algunos expertos alertan de su abuso. Si bien pudiera parecer que la eliminación del vello favorece el acceso a la hora de la higiene, conviene que la depilación no sea total y mantener algo de vello alrededor de la uretra y el clítoris para protegerlos.