Inicia alguna actividad aeróbica. Con esto no te decimos que tienes que meterte a un maratón. Caminar 20 minutos diarios con paso acelerado puede ser suficiente. Recuerda que para acelerar la quema de la grasa se necesita de ejercicio aeróbico. Mientras más calorías quemes, más rápido tu cuerpo empezará a utilizar los depósitos de grasa acumulada como combustible.

Toma de litro y medio a 2 litros de agua diariamente. Recuerda que mientras más bebas, menos aguas retienes, evitando así el cuerpo hinchado por la retención de líquidos. Es importante para ver óptimos resultados que junto al incremento del agua, le bajes al consumo de la sal.

Haz ejercicio a primera hora por la mañana. Si haces ejercicio muy temprano y en ayunas, no sólo quemarás grasa mientras lo realizas, también mantendrás tu metabolismo elevado durante el resto del día. Investigaciones europeas descubrieron que los ciclistas que entrenaban antes de comer quemaban una cantidad de grasa bastante mayor que los que se alimentaban primero. Ahora, si el azúcar en tu sangre está baja, podrías marearte y no ejercitarte tan bien, en ese caso se recomienda comer una banana u otra fruta antes de entrenar.

Nunca te saltes una comida. Mucha gente piensa que al saltarse una comida, bajará de peso rápidamente, sin embargo la realidad es otra: si tú reduces drásticamente lo que comes, tu metabolismo también bajara y quemará el mínimo de calorías. Recuerda que tu cuerpo no sabes que quieres perder peso y cuando no recibe alimento, se pone en estado de alerta para sobrevivir, por lo que tratará de retener todas las calorías que pueda.

Evita todo lo que te engorda. Si revisas tu dieta y hay exceso en la comida chatarra, no importa cuánto ejercicio hagas, no notarás cambios en tu cuerpo. Para perder grasa la dieta es vital. Todas sabemos qué alimentos no son sanos: las frituras, los azúcares, las grasas, la comida rápida, etc. Si las evitamos tanto como nos sea posible y las cambiamos por frutas, verduras, proteínas y grasas sanas, veremos un cambio positivo no sólo en nuestra apariencia, sino también en nuestra salud en general.