Si hay algo que no puedes hacer nunca es mentirle a tu ginecólo. No importa cuando te avergüences de algo que hiciste (sexualmente hablando) en el pasado, él tiene que saberlo.

PUEDES LEER: El 80 % de peruanas descuida control ginecólogo

Si realmente quieres cuidar tu salud tienes que confiar en tu médico. Él tiene que saber todos los detalles de tu vida íntima para poder ayudarte.

NO TE PIERDAS: 10 razones para ir al ginecólogo

1. Si fumas, bebes o te drogas

El ginecólogo está tratando un cuerpo, no solo una parte de él. Además, estas adicciones pueden tener efectos nocivos en tu organismo que afecten, incluso, a los genitales. Si eso no ocurre, el confiar en tu ginecólogo en este aspecto es recomendable porque puede ayudarte o sugerirte algún método o doctor al que acudir.

2. El número real de compañeros que tienes (o tuviste)

No está ahí para juzgarte. Ese dato es crucial para determinar si tienes riesgo a sufrir una determinada enfermedad o, incluso, para diagnosticar la causa de tus dolencias. La relación entre un ginecólogo y su paciente es mucho más íntima que con otros especialistas por lo que, si te sientes incómoda, deberías cambiar de médico.

3. Si has tenido un aborto

Normalmente, los abortos durante el primer trimestre del embarazo no son perjudiciales ni dejan secuelas en nuestro cuerpo. Pero, si se ha producido más tarde, es importante que tu médico lo sepa para prevenir problemas en el futuro y vigilarte más de cerca.

4. Si te han diagnosticado alguna protuberancia en el útero

Estos datos suelen aparecer en tu historial pero, si te sometiste a un PAP (comúnmente conocido como Papanicolau) y han encontrado algún bulto o problema, deberías decírselo o, al menos, recordárselo. Sobre todo porque pueden suponer trabas a un futuro embarazo.