“Desde chiquita siempre era mi pasión, yo veía el televisor y veía el programa y eso para mi… yo me erizaba. Nunca me imaginé estar acá a la edad que tengo. Pensé que en un futuro pero, bueno, se dio y tuve que aprovechar la oportunidad”, dice Oriana Lucchese, estudiante de publicidad de 19 años y actual Miss Miranda.

Junto al resto de sus compañeras, esta joven de Valencia entrena duro desde hace meses de la mano de la afamada fábrica de reinas de belleza, la organización Miss Venezuela, bajo una estricta dieta, fuertes rutinas deportivas, clases de pasarela, de oratoria y algún que otro desfile por el quirófano.

Conocer las entrañas de la competición no es tarea fácil ya que los periodistas tienen vetado el acceso a la Quinta Miss Venezuela, donde las chicas se preparan bajo las estrictas directrices del presidente del concurso, Osmel Sousa, conocido como “el Zar de la Belleza”.

“No solo comemos atún, comemos pollo, comemos ensalada, vegetales. Es muy variado”, dice María Teresa Solano, estudiante de periodismo de 21 años y Miss Barinas.

El “mito del atún” es desmentido también por los preparadores físicos del concurso, Richard Linares y Luis Arguinzones, quienes llevan respectivamente 13 y 14 años trabajando para el Miss y que aseguran haber reducido hasta 52 kilos el peso de una concursante. “Me estaba volviendo loco”, confiesa Luis.

Dieta Estricta

Las chicas comen de cuatro a cinco veces al día pollo, carne, claras de huevo, pescado “obviamente en porciones pequeñas” y tienen prohibido dulces, lácteos, harinas y alcohol. “Una mujer de 1,80 no puede pesar más de 60 kilos”, señala Richard.

Y cuando una chica ya no consigue adelgazar más llega el momento del bisturí, al que las muchachas pueden haberse sometido antes normalmente por una rinoplastia o un aumento de senos.

La oratoria tampoco escapa de la formación de las chicas, ya que la entrevista del jurado y la temida pregunta sorpresa en el escenario representan dos de los cinco puntos del concurso. EFE