“La próxima primavera se inspira en el espíritu de un viaje náutico. Del mar a la arena y de la cubierta a puerto, la vida en el mar da forma a la actitud fácil y fluida de la colección”, explicó Hilfiger sobre las nuevas apuestas que define como “americanas por antonomasia”.

De ahí que el título de la colección sea “American Voyage” (“Viaje americano”), que reúne 45 apuestas ideales para cada uno de los momentos del día y la elegancia nocturna, y con las que vuelve a interpretar “con un sentido aventurero lleno de juventud” los motivos y patrones de la moda náutica por definición.

“Dando una enérgica independencia a un estilo icónico, ya está en marcha el viaje americano”, sentenció en las notas distribuidas a la prensa el creador neoyorquino, de 61 años, quien también reconoció a la Jacqueline Kennedy convertida en Jackie O y a la actriz Lauren Hutton como inspiraciones.

Destacaron multitud de vestidos de todas formas, cortos y largos, entre los que sobresalieron varios apuestas de vestido trapecio en rojo y mostaza, de espalda descubierta y adornados con cadenas doradas, mientras que también llamaron la atención con toques más serios americanas, camisas y pantalones de pierna ancha.

Hilfiger también reinventó los clásicos jerséis de punto, que llegaron convertidos en elegantes monopiezas, y entregó los polos a las transparencias, mientras que apostó por un aire más masculino a trajes de chaqueta inundados de rayas.

Se atrevió también con el denim, presente en camisas, tops y shorts, así como con vestidos de lona y cazadoras de piel, en su mayoría con bandas de los colores tradicionales de su firma, y también dotó a las maniquíes con bolsos de exageradas proporciones como el compañero de viaje idóneo.

La presentación de Hilfiger, en lugar de en la pasarela del Lincoln Center de Manhattan para la Mercedes-Benz Fashion Week, se celebró sobre la High Line, un popular parque elevado construido hace pocos años sobre unas vías de tren en desuso. EFE