“El evento debería estar en consonancia con la cultura indonesia”, declaró el gobernador indonesio al diario Detik.

Joko Widodo considera más apropiado que las participantes no desfilen “llevando bikini” en este evento cuya final tendrá lugar en septiembre en la localidad de Sentul, a unos 40 kilómetros de Yakarta.

El Consejo de Ulemas de Indonesia, que regula la aplicación de los principios islámicos en el país asiático, ha urgido al Gobierno a cancelar el concurso por “hiriente para la comunidad musulmana”.

“Indonesia no debería tener nada que ver con un evento así (…) queremos construir un país de moral, no de hedonismo, y aconsejamos al presidente que no lo permita”, señaló el jefe del Consejo de Ulemas del este de la isla de Java, Abdusommad Bukhori.

El ulema advirtió de que el concurso puede provocar una “respuesta violenta” por parte de sus detractores y amenazó con boicotear el certamen.