Del modelo destaca el gran vuelo de la falda, larga hasta los pies, en un tono que la diseñadora ha bautizado como “azul libertad”, un añil claro. La parte de arriba de la cintura presenta una elegante transparencia con encaje negro de manga tres cuartos que cubre los hombros.

Esta es la primera vez que Michelle, que puso de moda los vestidos sin mangas con su llegada a la Casa Blanca, eligió un modelo de este tipo para una cena de Estado.

La primera dama es fiel a Carolina Herrera, una de sus diseñadoras predilectas, de quien ya lució creaciones en un evento en Nueva York el pasado otoño, así como durante su viaje a Alemania el pasado junio.