Alessandra Ambrosio tiene ahora dos meses de embarazo, pero cuando se enteró de la noticia lo primero que pensó fue que no podría participar en el show anual de la firma Victoria’s Secret.

Con el embarazo ganó unos gramos de más y tuvo que decírselo a su agente unas semanas antes del show. Juntos decidieron que se callaría el hecho de que estaba embarazada y se sometería a un régimen de alimentación y ejercicios para bajar esos gramos.

Diez días antes el entrenador de Alessandra le impuso régimen en el que no consumiría azúcares ni dulces. Además trabajó en tornear brazos y glúteos. El desfile se llevó a cabo sin mayores contratiempos y ni el ojo más entrenado pudo percibir que la figura de la modelo había comenzado a cambiar por el embarazo.

En apariencia un desfile de modas no conlleva ningún riesgo, sin embargo las modelos suben en tacones altos que casi ninguna mujer “normal” podría usar. ¿Qué dirá Victoria’s Secret luego de las declaraciones de la modelo?