Bien dicen que algunas famosas desearían desaparecer toda prueba del pasado y una fiel prueba es Kim Kardashian, quien nos ha hecho dudar un poco de que todo lo que se presume es natural.

En sus inicios, sus facciones eran toscas, la cara no era tan aperfilada y las curvas en verdad no existían, pero con el tiempo la transformación de esta mujer dejaría huella.

Famosa por sus tremedas curvas y sus últimos escándalos amorosos, la celebridad ha negado en miles de ocasiones acerca de algún posible pasó por el quirófano.

No podemos decir que actualmente Kim es un derroche elegancia, pero por lo menos es más agraciada que antes. Antes, el maquillaje y además sus tremendas cejas, lograban que sus rasgos fueran muy toscos, sólo era cuestión de afinar algunos detalles para lograr verse como el ‘sex symbol’ que ahora conocemos.