Katy Perry llegó radiante con un vestido lila de la firma Blumerine, que marcaba su espectacular figura y que combinó a la perfección con accesorios en las manos.

El suave color lila metalizado de su vestido contrastaba con el fuerte morado de sus labios.

Además Ella ha convertido en su marca personal llevar el cabello a tono con el vestido.