Disney ha estado lanzando un mensaje muy dañino a todas las niñas del mundo generación tras generación en cuanto a la belleza del cuero cabelludo.

Empecemos por el caso menos exagerado: Bella. Esta campesina intelectual, a primera vista, no tiene mucho que envidiar en lo que a cabello se refiere, excepto por el detalle de que luce el tono chocolate que cualquier mujer de pelo castaño desearía. Brillo, cuerpo, volumen y unas ligeras y siempre bien colocadas ondas: ¿quién no quiere algo así?

Siguiendo con los casos, ahí están la Cenicienta y la Bella Durmiente. No es normal que después de estar todo el día haciendo labores del hogar tengas el pelo perfectamente peinado y sin una pizca de encrespamiento. Está claro que los productos anti-frizz de esa época eran invento de un hada madrina.

Pero pasemos ya a los casos más graves. ¿Alguien ha intentado lucir la melena de Pocahontas? O peor aún ¿la de Jasmín? Si te pasas el día corriendo entre los árboles y jugando con animales es imposible lucir un cabello siempre suelto, ligero y perfectamente peinado y desenredado.

Fuente: Glamour