Detalles como un piercing en la nariz, en el ombligo, en la ceja o en una zona íntima. A la hora de perforarse una parte del cuerpo para lucir un pendiente los límites los elige cada uno. Pero esta tendencia no es una moda reciente, sino una práctica que se remota a muchos años atrás, en donde muchas tribus hacían alusión a estos adornos que servían como amuletos y por adopciones religiosas.

Uno de los piercings que las mujeres prefieren es en el ombligo, debido a un cierto estilo de elegancia que invade a la mujer. Desplazando al que mayor tendencia marcó por años: el pendiente en orejas.

Algunos más atrevidos

Para aquellas mujeres más osadas, el piercing en genitales se convierte en sinónimo de placer, pues aumenta la intensidad de las sensaciones en el acto sexual, mientras que para otras, es una sencilla alternativa estética.

Debes tomar en cuenta las precauciones del caso a la hora de acudir a un centro profesional para realizarte el detalle. Cumpliendo con todos los requisitos de sanidad. Recuerda que según la zona donde se haga, puede quedar mejor o no y variando el proceso de cicatrización, según la persona.