El manacorí derrotó al suizo Stanislas Wawrinka por 6-2, 6-3, 6-1 en menos de dos horas, su actuación más corta desde que comenzó el camino para lograr su octava Copa de Mosqueteros.

Algo más sufrió, pero no mucho, ‘Nole’ frente al germano Tommy Haas, al que venció por 6-3, 7-6(5) y 7-5 en 2 horas y 13 minutos.

Lo de Rafael Nadal fue la victoria 57 en la tierra batida parisiense, por lo que queda a uno del record que en este torneo tiene el argentino Guillermo Vilas.

Al ‘Chaval’ le han sentado bien los 27 años que cumplió el pasado lunes. Contra el japonés Kei Nishikori en octavos y frente a Wawrinka, mostró un tenis muy sólido, sin fisuras, sin opciones para su rival, nada que ver con el de los dos primeros partidos, en los que comenzó cediendo el primer set antes de remontar, o en tercera ronda contra el italiano Fabio Fognini, cuando su juego pareció espeso y poco consistente.

Ahora Nadal tiene ya su semifinal prometida contra Djokovic, el duelo por todo lo alto que Roland Garros aguarda desde hace tiempo. Será una reedición de la final del año pasado, que se jugó en dos días a causa de la lluvia y en la que el serbio no tuvo ninguna opción.

Pero sobre todo será una repetición de la final del pasado torneo de Montecarlo, el único partido perdido por Nadal esta temporada en la gira de tierra europea.

En el Principado, el serbio se mostró superior al español, que había vuelto en febrero a las pistas tras siete meses ausente por problemas en la rodilla y pareció un poco justo de forma.

La ventaja moral está del lado del español, que siempre ha derrotado a Djokovic en la Philippe Chatrier y que le ha ganado en 19 ocasiones, frente a las 15 del serbio.

EFE