Un total de 54 días después de caer lesionado en el Benito Villamarín, el delantero del Barcelona Lionel Messi se ha dejado ver, en buena forma, en un entrenamiento de puertas abiertas que, según el club catalán, ha congregado a 13.200 aficionados en el Miniestadi.

Lionel Messi, que ha estado el último mes en su país recuperándose de una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda, regresó a Barcelona para ejercitarse con sus compañeros por primera vez desde su lesión.

Esta vez lo hizo a la vista de un Mini prácticamente lleno, especialmente de niños y adolescentes que, como es habitual en estas fechas, no han querido perderse una de las pocas oportunidades que tienen de ver a sus ídolos tan de cerca.

Ha marcado dos goles en un partidillo de entrenamiento que ha acabado en tablas (4-4) y ha regalado una asistencia a Neymar que el brasileño ha malogrado de forma inexplicable cuando ya había superado a Pinto.

Leo Messi ha sido el auténtico protagonista de una sesión que no ha contado con el capitán azulgrana, Carles Puyol, aquejado de una gastroenteritis, ni con el brasileño Dani Alves, que se ha quedado haciendo recuperación en el gimnasio después de no poder entrenarse ayer al regresar de las vacaciones con unas décimas de fiebre.

EFE