Rooie Marck fue sorprendido por sus amigos cuando lo llevaron a los entrenamientos de club que es hincha. Marck padecía un cáncer terminal y su destino estaba prácticamente escrito, su deceso muy cerca. Uno de sus deseos era ir por última vez al entrenamiento de su equipo . Rooie falleció a los tres días luego del homenaje.

Al llegar al entrenamiento, pudo disfrutar en el mismo campo, en una camilla, cómo ingresaba el plantel profesional a realizar sus trabajos rutinarios.

Lo que él no sabía, era que la hinchada oficial del Feyenoord estaría presente en la tribuna, alentando, prendiendo bengalas y detonando bombardas, coreando el nombre de Rooie y entonando la canción “Nunca caminarás solo”, Marck solo atinó a llorar y luego a ponerse se pie.

Emocionado por dicho gesto, Marck se fue caminando hacia la hinchada, que desplegó una banderola con su imagen, y uno a uno los jugadores, comandados por Ronald Koeman, fue a saludarlo y regalarle la camiseta autografiada por todo el plantel.

Antes de su deceso, Rooie Marck dejó una carta al club agradeciendo por todo el homenaje brindado. Sin duda pudo irse en paz y feliz.