Usar cosméticos de origen ilegal para pintar el rostro de los niños por Halloween puede ocasionar desde manchas en su piel hasta daños en sus huesos, sangre y sistema reproductivo, debido a que tienen plomo en su composición, advirtieron especialistas de Digemid.

“Estos cosméticos y productos de origen desconocido que se utilizan para realizar las ‘caritas pintadas’ son elaborados con colorantes que contienen plomo, metal que podría acumularse en los sistemas nervioso, óseo, sanguíneo y reproductivo de los pequeños, con consecuencias graves para su salud”, dijeron los expertos de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas.

Los expertos detallaron que, por estar en contacto con la piel de los pequeños, las primeras reacciones pueden ser picazón, alergias y manchas grisáceas en la piel.

Sin embargo, considerando que la presencia del plomo en el organismo demora en ser detectada, los daños que puede generar a futuro son mayores y graves, como esterilidad, abortos espontáneos además de perturbaciones nerviosas y cerebrales.

Recomendaciones

Por tal razón, los especialistas recomendaron a la población tomar las precauciones y previsiones del caso antes de comprar pinturas y cosméticos para “caritas pintadas” o de contratar a una persona que se encargue de este servicio durante las celebraciones de Halloween.

“Antes de comprar productos para maquillar a sus niños, los padres de familia o tutores deben verificar si estos son de origen legal, observando si cuentan con la Notificación Sanitaria Obligatoria (NSO) que, en el caso de los cosméticos, es el equivalente al registro sanitario”, indicaron.

Recordaron además que deben ser adquiridos en lugares formales y no en mercadillos, ferias o puestos de venta ambulatoria, verificando que tengan una adecuada presentación y que su empaque y contenido se encuentren en buenas condiciones.

En caso se haya optado por contratar un servicio de “caritas pintadas”, se debe hacer la verificación de los productos que se utilizarán para tal fin antes de su aplicación al rostros de los niños.

Fuente: Andina