La tuna es una que viene en diferentes colores como el morado, amarillo, rojo y la clásica que todos comemos de color verde.

Cuando la comemos, por lo general, le quitamos la cáscara y la tiramos, ya que pensamos que no sirve para nada, además tienden a tener astillas. Muchas veces hacemos esto con diferentes frutas, pero es un gran error, ya que esta parte de la fruta aporta beneficios a nuestra salud.

En el caso de la cáscara de la tuna, de acuerdo a una investigación realizada por el Instituto Politécnico Nacional, esta contribuye al cuidado del aparato digestivo.

Esta cáscara tiene mucha fibra soluble e insoluble, además de ser rica en vitaminas, minerales y antioxidantes. Otro de sus beneficios es que favorece el movimiento de los intestinos, previniendo problemas de estreñimiento.

La investigadora de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Zacatecas, apuntó que la cáscara también puede evitar que las células cancerígenas crezcan.

Sus propiedades antioxidantes evitan la oxidación de las células del cuerpo y esto ayuda a combatir enfermedades e infecciones.