Cualquier momento del día es bueno para ejercitar el cuerpo. Por ejemplo, subir y bajar las escaleras del metro o estirase en el descanso de la jornada laboral; son situaciones conocidas y, aunque poco habituales, muy significativas para ponernos en forma cuando no tenemos tiempo de ir al .

Es así como, la ducha también puede ser un buen rincón en el que podamos tomar un momento para tonificar nuestro cuerpo, además de llenarlo de energía. A continuación, te presentamos una sencilla rutina que solo tomará un par de minutos:

1. Primero asegúrate en colocar un tapete de goma para evitar cualquier accidente. No olvides hacer 10 repeticiones de cada ejercicio.

2. Abre los brazos a los lados y ciérralos hacia ti, poco a poco, haciendo resistencia para así fortalecer tus músculos.

3. Ahora sube estas extremidades, después bájalas ejerciendo fuerza. También puedes levantar dos botellas de shampoo como si fueran pesas.

4. Abre otra vez los brazos hacia los lados, estíralos y haz círculos pequeños.

5. Pon las manos a la altura de los codos y realiza presión hacia el pecho.

6. Coloca las manos en la cintura, abre un poco las piernas y gira el torso de lado a lado.