Los estudios han demostrado que las personas que duermen menos de cinco horas cada noche tiene un creciente riesgo de desarrollar diabetes del Tipo 2, el tipo que suele afectar más tarde en la vida.

Un estudio publicado la semana pasada demuestra que el sueño desempeña una función compleja. Al reducirse el dormir y perturbar el ritmo biológico normal, el organismo sufre cambios físicos de manera que puede sentar el escenario para la diabetes, reporta el neurocientífico Orfeu Buxton, del Hospital Brigham y de Mujeres, de Boston.

El equipo de Buxton cuenta con 21 voluntarios saludables que pasaron casi seis semanas viviendo en un laboratorio donde su dieta, actividad física, sueño e incluso la luz estaba estrictamente controlada.

Durante tres de esas semanas, sólo se les permitió dormir unas cinco horas y media de cada 24 horas, variando las horas del día o la noche, imitando una mala rotación de turnos o un vuelo prolongado de cambio de hora.

Eso perturbó el ritmo de su cuerpo conocido como el “ritmo circadiano”, un reloj biológico maestro que regula patrones tales como el momento en que uno tiene sueño y cómo la temperatura del cuerpo sube y baja. Además, su nivel de azúcar de la sangre aumentó después de las comidas, algunas veces a niveles prediabéticos, informó Buxton en la revista Science Translational Medicine.

Al mismo tiempo, el ritmo metabólico de los voluntarios se redujo en un 8%. Los investigadores los sometieron a dieta a fin de que no ganaran peso, pero Buxton dijo que típicamente un descenso metabólico de ese tipo puede significar ganar de 4,54 kilogramos a 5,44 kilogramos durante un año.

Michael Thorpy, director del centro del sueño del Centro Médico Montefiore de Nueva York, señala que la diabetes no es el único mal que debe preocuparnos. La falta de sueño ha sido relacionada a la presión alta, males cardíacos, obesidad, depresión, falta de memoria y un débil sistema inmunológico.

Recomendaciones

El organismo Institutos Nacionales de Salud afirma que los adultos necesitan dormir entre siete y nueve horas diarias para tener una buena salud.

Si trabaja en la noche, vaya directo a la cama cuando regrese a casa, recomienda Buxton. Evite demasiada luz en el camino. Thorpy asegura que la utilización de gafas amarillas o naranja durante la conducción puede bloquear la “luz azul” de onda corta que estimula a las personas a mantenerse despiertas.

Permita que la luz natural le mantenga a tiempo su reloj biológico para el sueño, se recomienda en el portal de Harvard sobre cultura para dormir. La luz matutina del Sol es crucial para la mayoría de las personas. Para las personas que trabajan por la noche, un aumento en la luz brillante al atardecer antes del anochecer les modificará el reloj interno, explicó Buxton.

Para cualquiera, una recámara debe tener color oscuro, sin ruido y estar fresca para que invite al sueño. Evite la cafeína, el alcohol y situaciones de tensión emocional cerca de la hora de dormir. No encienda aparatos electrónicos. Es muy útil acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.

Fuente: AP