Ya sea en el desayuno, para acompañar platillos o junto a una copa de vino, el queso es uno de los infaltables en la mesa y dieta de las personas; sin embargo, su delicioso sabor llega acompañado de un alto nivel de grasas, por lo que puede jugar en contra si lo que queremos es .

Es altamente nutritivo con un alto contenido en proteínas (comparable al de la carne), y micronutrientes como el calcio, fósforo, vitaminas D, A y del complejo B, pero de la misma manera, sus niveles de grasa son muy altos dependiendo del tipo de queso.

“El queso es un producto que se obtiene por la maduración de la cuajada de la leche y cuya composición nutricional va a variar en función del origen de ésta y de su fabricación (…) En su justa medida y escogiendo el tipo de queso más conveniente según nuestras necesidades nutricionales, tiene numerosas propiedades”, explica la nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, Marta Lorenzo.

Esto no quiere decir que debamos desterrar el queso de nuestra dieta, ni mucho menos, lo que hay que hacer es elegir correctamente. Por ejemplo, las personas con hipercolesterolemia deben prácticamente eliminarlos de la dieta o solo incluir los desnatados, pero en una alimentación equilibrada, sana y variada debemos incorporar todos los días una ración de queso de unos 50 gramos.

“Si estamos realizando una dieta para perder peso, se mantendría la ingesta recomendada pero solo de quesos desnatados o con menos de un 10% de grasa”, puntualiza la nutricionista.

A continuación te presentamos algunos tipos de queso y el contenido de grasa:

1. Desnatados

Son los que tienen menos de un 10% de grasa. Este es el caso, por ejemplo, del requesón. Con un poco más de un 10%, podemos encontrar el queso de Burgos o la cuajada, quesos que no se dejan madurar y que apenas han sido prensados.

2. Magros o tiernos

Este tipo de quesos no prensados y madurados contienen entre un 10-24,9% y son aquellos quesos blandos y cremosos que poseen una corteza natural y cuya maduración suele durar unos treinta días. Estamos hablando de quesos como el Camembert, Cheddar, Queso bola, Mozzarella y queso de cabra fresco.

3. Semigrasos

Son aquellos quesos cuyo porcentaje de grasa se encuentra en un 25-29,9%. Se trata se quesos prensados y curados a los cuales se les ha extraído el máximo de humedad a través del proceso de prensado y el tiempo de maduración. Estamos hablando de quesos como el Manchego, Gouda, queso Brie y Parmesano.

4. Grasos

Contienen más de un 30% de grasa y estamos hablando de cualquier queso curado como el Gruyere o Idiazabal. Dentro de este grupo, entrarían los llamados quesos azules como el Roquefort o queso de Cabrales, cuya característica más significativa es su contenido en vetas azul-verdosas, las cuales nos pueden indicar el grado de curación del queso; es decir, a mayor maduración, más veteados están.