A muchas personas les ocurre que poco tiempo después de desayunar o almorzar empiezan a sentir ‘hambre’ y quiere consumir una galleta u otra golosina que los ayude a calmar esa sensación.

En invierno esta situación de es algo muy usual, ya que el cuerpo necesita más calorías para poder mantenerse caliente. En ese sentido, muchos suelen incluir en sus compras semanales algún snack.

Jenny García, nutricionista de SANNA Nutrición a Domicilio, explica que “el comer está relacionado con el cerebro”, y si bien los antojos pueden ser saciados, debemos tener control sobre ellos.

La especialista recomienda calmar esa sensación tomando agua, pero si es hambre, al ser fisiológico, se debe a que el cuerpo exige nutrientes para funcionar. “El combustible principal del cerebro es la glucosa y, en ocasiones, esta necesidad es por la ausencia de azúcares o carbohidratos saludables, vitaminas y minerales (potasio y el magnesio) por dietas muy estrictas y/o restrictivas.

También, la nutricionista aconseja que si tienes ganas de algo dulce optes por una fruta con cáscara (manzana, pera, durazno y las fresas son excelentes). Un batido de fruta con leche baja en grasa es otra gran alternativa.

Fruta al horno, gajos de manzana con un toque de mantequilla de almendras, brownies, tortas de palta, cacao, harina de garbanzos y los clásicos panqueques de avena, plátano, canela y esencia de vainilla son otras opciones saludables.