Las arrugas y cicatrices son problemas de la piel que afectan a gran parte de la población. Sus causas pueden ser diversas: Envejecimiento, exposición frecuente a los rayos del sol, accidentes, etc. Lo que es un hecho es que causan un efecto negativo en nuestra apariencia y autoestima.

Existen en el mercado y en la naturaleza diferentes opciones que combaten este problema; entre ellas se encuentra la rosa mosqueta.

De origen europeo, la rosa mosqueta es un arbusto que crece de forma natural en países como Chile y Perú. En el mundo de la cosmetología, esta planta posee gran propiedad como regeneradora dérmica, ya que contiene una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas.

Un estudio realizado por la Facultad de Química y Farmacología de la Universidad de Concepción, en Chile, descubrió que la aplicación continua del aceite de esta planta ayuda, de manera efectiva, a atenuar cicatrices y arrugas, principales problemas de la piel; además rejuvenece la epidermis de los pacientes.

En un artículo publicado por Discovery Salud, se señala tres beneficios que las personas pueden obtener con el uso de la rosa mosqueta:

1. Estimula la producción de colágeno y elastina. Sus efectos trascienden a capas más profundas de la piel donde revigoriza los fibroblastos, células dérmicas que producen estas sustancias vitales para la piel.

2. Hidrata a profundidad. Refuerza la barrera de ceramidas en el interior de la piel.

3. Combate el envejecimiento. Elimina arrugas no profundas y retarda la aparición de otras. Previene los signos de foto envejecimiento a través de la regeneración de melanina.

La rosa mosqueta es un excelente antioxidante, antiarrugas y anticancerígeno, pero para disfrutar de sus beneficios no es necesario viajar a Chile. A continuación, una receta para que realices tu propio aceite de rosa mosqueta.

Ingredientes

-1 litro de aceite de almendras dulce.

-½ kilo de semillas de rosa mosqueta.

Preparación

Corta cada una de las semillas y colócalas en un recipiente de cristal. Vierte el aceite sobre ellas y tapa la mezcla. Deja reposar por alrededor de 20 días.

Fuente: Salud 180