Lechuga, tomate y cebolla son tres elementos que siguen formando la gran mayoría de las ensaladas, y que se sirven como acompañamiento de un plato principal.

A continuación, te presentamos las reglas de oro que merece la pena seguir para elaborar un sinfín de ensaladas:

1. Mezcla lechugas y otras verduras de hoja

Aunque todas las lechugas tienen un sabor parecido, la combinación entre ellas aporta texturas a las ensaladas. También se pueden utilizar otras verduras de hojas verdes para darle matices.

2. Secar bien las verduras

Es uno de los errores más comunes que se cometen al preparar una ensalada. Primero se limpia la lechuga, cortando los troncos y quitando las partes que estén marchitas, pero después de lavarla en agua fría es importante secarla bien.

3. Usar vegetales de temporada

Las hojas son la base de una ensalada, pero también se les puede añadir otros vegetales, como la clásica cebolla y el tomate. Por ello, la estación de cada alimento debería ser el principal elemento a tener en cuenta al preparar la ensalada.

4.Añade proteínas

Lo ideal es apostar por una proteína que sea la protagonista de tu plato. Puedes escoger atún entre el pollo, atún o cualquier tipo de embutido que puede funcionar bien en las ensaladas.