El ejercicio, como actividad física en sí, brinda una serie de beneficios a las personas con problemas de acné, debido a que ayudan a tonificar la piel y a limpiar las impurezas porqué facilita el flujo sanguíneo.

No obstante, la mezcla del sudor con el calor de la piel, pueden contribuir a inflamar aún más la zona afectada por el acné. Para no limitar nuestra actividad física ni tampoco empeorar el estado del acné, se pueden seguir las siguientes indicaciones.

Es importante quitarnos la ropa húmeda o mojada apenas terminemos el entrenamiento. De igual manera, procuremos que ésta sea de un material que nos permita una adecuada ventilación.

Para evitar inflamaciones, es recomendable bañarse inmediatamente para evitar que las impurezas se queden en la piel. Aunque el ejercicio no resulta perjudicial para la piel, si el cuadro de acné es muy severo, será mejor consultar con un médico antes de empezar una rutina de entrenamiento regular.

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