El masaje erótico forma parte de las relaciones sexuales en la pareja y constituye una práctica muy placentera, que conlleva a la confianza del uno con el otro. Pero además tiene beneficios considerables para la salud.

Este relaja los músculos, disipa tensiones, calma los nervios, serena nuestra mente ayudándonos a olvidarnos de las preocupaciones, abandonándonos a las sensaciones placenteras que genera, a la vez que las caricias nos hacen sentir deseados y queridos.

Puedes comenzar colocando tus manos abiertas y relajadas en su espalda, ejerciendo una leve presión, tu mano izquierda a la altura del corazón y tu mano derecha en la columna justo donde comienza la zona lumbar (donde acaba la espalda).

A continuación recorre su cuerpo con suaves caricias. Utiliza tanto las palmas de las manos como los dedos, y deslízalos suavemente, sin prisa. Recorre primero el cuello, para ir desplazándote hacia los hombros, recorre los brazos, la espalda, las piernas y puedes bajar hasta en los pies.

Deja paso a caricias más sensuales a la altura de las caderas, puedes usar deslizamientos suaves pero firmes con movimientos circulares. Ves acercándote poco a poco a la zona genital. A continuación puedes sigue con besos, caricias genitales, etc. dejando que la sensualidad, la ternura y el erotismo sigan su camino.