El consumo de vitamina C que se incrementa en la temporada de invierno, contrariamente a lo que se cree, no previene ni cura el resfrío e incluso, si se ingiere de manera excesiva podría ocasionar una serie de trastornos digestivos, además de cálculos renales, indicó el especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Leandro Huayanay.

“La vitamina C es necesaria para varias funciones de nuestro organismo y fortalecer sus defensas, ya que se sabe que su deficiencia por largos periodos de tiempo produce escorbuto. Actualmente se le relaciona con la posibilidad de prevenir y curar resfriados, recientes estudios han demostrado que esto es imposible”, señaló Huayanay.

Asimismo, expresó que a lo mucho puede disminuir el tiempo de duración de los síntomas. Sin embargo, si es utilizada en exceso, no fortalecerá más nuestras defensas, por el contrario, “podría generar efectos no deseados y perjudiciales para la salud”.

El experto manifestó que el consumo de ésta es fundamental para el desarrollo y mantenimiento del buen estado del organismo pero, si esta ingesta es en forma excesiva, advirtió que podría generar molestias como dolores de barriga, diarreas, nauseas, vómitos, acidez y calambres estomacales, además de bajar el nivel de defensas de la persona.