En un acto que tuvo lugar en la embajada española en la capital de Francia, Margallo apeló a vender la “excelencia” de España en el extranjero como receta para salir de la crisis y a hacerlo con un mensaje de unidad.

“Un país que tiene una marca, tiene una marca. Un país que tiene dos marcas, solo tiene media marca. Un país que tiene tres marcas, no tiene ninguna marca”, aseguró el jefe de la diplomacia española en un llamamiento a no dispersar el mensaje español hacia el exterior.

“España es percibido como un buen país para hacer turismo, para jubilarse, tiene buen clima, una rica biodiversidad, un buen sistema de salud. Pero España no es percibido todavía como un buen país para trabajar o invertir”, aseguró.

Margallo describió un país de oportunidades, abierto al mundo y con capacidad de liderazgo en diversos sectores.

Y, para influir en esa percepción de la imagen exterior, el ministro indicó que es precisa una marca “neta y clara”, capaz de combinar “la tradición y la modernidad” del país, que sirva como reclamo para atraer inversiones y vender los productos españoles.

“En España necesitamos ahorro exterior para financiar nuestra economía, inversión extranjera para crear empleo, ayuda a nuestras exportaciones y a nuestras empresas para conquistar mercados”, dijo el ministro, convencido de que “la economía española solo se recuperará si triunfa en el extranjero y, para ello, hay que tener una imagen de marca”.

La “Marca España” se presentó en junio pasado en el Parlamento Europeo en Bruselas, pero hasta ahora no había habido ningún acto destinado a un solo país.

El comisario de la “Marca España, el exempresario Carlos Espinosa de los Monteros, consideró “lógico” que Francia fuera el primer destino de la presentación, puesto que ese país es el primer cliente de los productos españoles y el principal proveedor.

Espinosa de los Monteros afirmó que hay dos “armas” esenciales para vender la “Marca España”: la lengua y las empresas.

En el primer caso, el comisario aseguró que más de 500 millones de personas hablan español en el mundo, una cifra que está en expansión.

En el caso de las empresas, el comisario afirmó que son punteras en sectores muy diversos, como las finanzas, la moda, las energías renovables, la gastronomía, la construcción o la ingeniería.

Con todo ello, Espinosa de los Monteros afirmó que hay que cambiar la imagen que se tiene de España, un país que si bien “ha estado aislado durante buena parte del siglo XX” ha sufrido “una gran transformación que le ha permitido convertirse en uno de los 20 países más desarrollados del mundo”. EFE

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