Especialistas del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (Sisol) aconsejaron evitar el exceso de calorías al celebrar el Día del Pollo a la Brasa porque, advirtieron, corren el riesgo de desarrollar enfermedades cancerígenas.

El licenciado Pedro Tirado, nutricionista del Sisol Villa El Salvador, aconsejó acompañar el pollo con abundante ensalada, especialmente verduras crudas. Este plato debe tener lechuga, col, rabanito, nabo, cebolla, pepinillo, y pimiento, “que ayudan a bloquear la absorción de la grasa y tener una buena digestión”.

Señaló que, al ser un plato cargado de calorías, lo más recomendable es consumir la mitad de la porción de papas fritas (unos 50 gramos), aunque de preferencia sancochadas. Además, comer un mínimo de cremas.

En lugar de gaseosas, sugiere acompañarlo de un jugo de toronja, papaya, carambola, cocona, o una limonada, que debe ser licuada con su cascara, ya que aporta fibra y vitamina C.

El ‘pellejito’, la parte más dañina

Tirado sugirió evitar el ‘pellejito’ del pollo, que casi siempre es la más tostadita y crocante, pues es la parte más dañina y donde se concentran todas las enfermedades.

Afirmó que el consumo habitual de este tipo de frituras es una de las causantes del cáncer al estómago, al pulmón, al seno o al útero. “La brasa quemada que está en el horno produce una sustancia cancerígena llamada benzopireno, que se impregna en la piel del pollo”, explicó el nutricionista del Sisol.

Es por ello, que este plato no se recomienda en personas con problemas de obesidad, colesterol, triglicéridos, arterioesclerosis (arterias), o aquellos que hayan tenido un pre infarto, pues el exceso de calorías o grasas trans dificulta la irrigación sanguínea.

Tampoco para los que sufren del hígado, vesícula, gastritis, úlcera, o varices.

Fuente: Andina