A la hora de acompañar una carne como pollo o pavo, un cebiche o elegir un delicioso aperitivo, más de uno encuentra al vino blanco como mejor opción, pues su frescura es ideal para asegurarte una gran velada. Los hay de diversas variedades de uva, además de procesos de elaboración.

En el Perú se consume más tinto que blanco y eso es curioso pues nuestra gastronomía tiene infinidad de platos que combinan muy bien, sobre todo aquellos que cuentan con . Poco a poco los restaurantes están apostando por incluir en su carta diversas marcas y presentaciones de este, para así fomentar su elección.

“El vino blanco se caracteriza por su frescura y acidez que nos hace salivar y eso provocar comer, es un muy buen aperitivo. En nuestro país hay diversos estilos y variedades de uva blanca de distintos orígenes con un gran sabor. Aquí el vino importado que más se consume es el verdejo, una variedad de uva blanca española, de la zona de Rueda, de Castilla y León”, indicó Melina Bertocchi, periodista especialista en vinos.

La organizadora del evento de Vinos de Rueda, realizado hace algunos días en Lima, aseguró que una de las características más importantes de los vinos blancos es la presencia de aromas varietales de mayor o menor intensidad, cuyo origen se encuentra en las distintas variedades de uva.

Según recomienda, “para una cena con platos elaborados como un risotto, pescado con crema, una carne pesada, podemos elegir un vino más añejo de paso por barrica. Si es para un cebiche puede ser un vino joven, de este año, que es muy aromático”.

	El vino blanco es una variedad de vino que puede oscilar entre las tonalidades amarillo pajizo, amarillo verdoso o amarillo oro. (Foto: Pixabay)
El vino blanco es una variedad de vino que puede oscilar entre las tonalidades amarillo pajizo, amarillo verdoso o amarillo oro. (Foto: Pixabay)

Melina Bertocchi también nos enseña cómo catar un blanco siguiendo tres sencillos pasos:

1. Visual: tras servir el vino en una copa, inclínala hacia ti teniendo como fondo una superficie blanca para que se pueda reflejar bien. Verás y reconocerás los colores. Si es claro o casi transparente, eso indica juventud. Los tonos oscuros se relacionan a la vejez o que es más añejo.

2. Olfato: vuelve a inclinar la copa, gírala un poco para que el vino blanco se oxigene y salgan los aromas. Estos serán cítricos, de frutos, vainilla, mantequilla, entre otros.

3. Gusto: es el momento de probar y sentir en boca todos lo que lograste percibir en nariz. Fíjate si es persistente y cuánto dura el sabor en tus papilas.