No hay mejor manera de contar la historia de un país que a través de sus sabores y si estos son plasmados mediante la coctelería, pues mucho mejor. Esta es la premisa de un proyecto que nació luego de innumerables viajes y vivencias en los bares más importantes de lugares como India, Japón, China, Colombia o la Amazonía peruana y que hoy han convertido a Lima en una fiesta llena de los licores más sofisticados y de una coctelería conceptual a la que no estaba acostumbrada. Hoy en el centro de San Isidro se vive un verdadero carnaval.

“Es la historia de alguien que viajó por todo el mundo, que tomó todo, que trabajó y conoció todos los bares posibles y que al final el público que entrará no va a sentir que está en Perú sino en un espacio cultural. Es una historia de vida, de lo que comí y tomé”, cuenta orgulloso Aaron Díaz, socio fundador y principal creativo de la barra del bar Carnaval.

Un mundo por explorar

En sus primeros meses, este proyecto dedicado a la coctelería de vanguardia en el Perú ha logrado enamorar a los amantes de los buenos con una propuesta totalmente innovadora, muy diferente a la tradicional, donde lo lúdico juega un papel muy importante.

“Hay mucha magia en Carnaval por todas partes. Estás dentro de un motor de coctelería que todo el día avanza. Todo el día producimos nuestro propio hielo, todo el día creamos cosas nuevas, pulimos vajillas”, agregó en conversación con peru.com.

Mucho antes de conseguir el local para su bar, Aaron Díaz ya guardaba muchas de las botellas, vajillas y adornos que hoy se lucen como decoración. El espacio no es solo uno para sentarse a conversar mientras se disfruta de un trago sino que también es un pequeño museo. En él se encuentran exhibidas 800 etiquetas de los destilados y aperitivos más importantes de todo el planeta. Unas 16 botellas tienen al menos 70 años. Además, hay libros de coctelería y souvenirs que él compró en cada uno de sus viajes, sin contar las extraordinarias cartas de algunos bares del mundo que han sido firmadas especialmente para él.

	Antes de crearlo, ya guardaba muchas de las botellas, vajillas y adornos en casa. Ahora son parte de un museo interno. (Foto: Carnaval)
Antes de crearlo, ya guardaba muchas de las botellas, vajillas y adornos en casa. Ahora son parte de un museo interno. (Foto: Carnaval)

Propuesta para decir “salud”

La carta inaugural de coctelería ha sido bautizada como ‘Alquimia’ e irá cambiando cada ocho meses. Lo que se viene próximamente es ‘Mundo conceptual’ que “es la facultad de uno como cliente de poder tomar 12 cocteles de 12 bares del mundo que nos han dado el permiso con sus vasos originales para representarlos en Perú. Es como si visitaras Chicago, México, Buenos Aires o Santiago de Chile sin moverte de Lima”, agrega Díaz.

cuenta con sus propias versiones de gin, vodka, cerveza y pisco elaboradas especialmente para la marca.

	Tienen su propia fábrica de hielo para darle un estilo distinto a cada bebida. (Foto: Carnaval)
Tienen su propia fábrica de hielo para darle un estilo distinto a cada bebida. (Foto: Carnaval)

Con estos y otros licores reconocidos a nivel mundial los bartenders especializados preparan propuestas tan sofisticadas como ‘El Queso Inmigrante’, inspirado en la migración italiana: Pisco Barsol Torontel, Cinzano al Grana Padano, Kombucha y licor de Bergamota. Mención aparte es la de ‘Amazona’ , una mezcla de Amazonian Gin, sachaculantro, haba tonka, ají charapita y limón rugoso. ‘Alegoría Alegría’ es otro elaborado con Gin Tanqueray Ten, Saint Germain, pepino, limón tahiti y menta.

Gran parte de la vajilla está diseñada por artistas como Marcelo Wong, Sonia Céspedes, Abel Bentín, Pilar Martínez y Carlos Runcie Tanaka. “Yo comencé al revés, seguro. Uno compra el bar y luego lo va implementando. Pero nosotros abrimos Carnaval y tenía todo guardado en casa desde hacía cinco o seis años”, confiesa el creador de esta fiesta de la coctelería nacional.

El bar también cuenta con otras cartas de cocteles clásicos (como chilcanos, cuba libre y mojitos) y de piqueos (dulces y salados). Una propuesta que sorprende con su coctelería conceptual y su paseo por diversos países del mundo mediante un delicioso y feliz sorbo de licor.