RÍO 2016. Yelena Isinbáyeva es una de las grandes ausencias que hay en los Juegos Olímpicos Río 2016. La medalla de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008 no formó parte de la delegación de Rusia por la sanción que pesa sobre su país por el escándalo de dopaje. Ante ello, la atleta rusa tomó la decisión de buscar la presidencia de la Federación de Atletismo de su nación.
“Quiero que nuestros atletas participen en competiciones internacionales. La oportunidad de ayudar a los atletas rusos a volver a la élite es una gran motivación”, comentó Yelena Isinbáyeva a la prensa de su país, aclarando que su carrera en el atletismo mundial había terminado para comenzar un nuevo camino para ser dirigente deportiva por su ausencia en Río 2016.
“De este modo será una compensación por no haber sido capaz de competir en Río 2016”, aseveró Yelena Isinbáyeva, en respuesta a los cuestionamientos contra el deporte en Rusia, por el escándalo de dopaje previo a los Juegos Olímpicos.
Yelena Isinbáyeva pretendía buscar nuevamente el oro en los Juegos Olímpicos, pero la suspensión de la delegación de atletismo de Rusia antes de Río 2016 obligó a un retiro adelantado de la campeona y récord mundial de salto con garrocha.