Era junio del año 1993 y una noticia aterradora paralizó a los pobladores del puerto de Pisco, centro de

. , una mujer vampiro enterrada en el cementerio de la ciudad resucitaría entre los muertos para cobrar venganza, ella buscaría a una recién nacida o una joven virgen para reencarnarse y ejercer sus poderes satánicos.

Aquella noche de junio llegaron periodistas de todo el mundo para cubrir la increíble noticia. Todo el planeta centró su atención en el hasta entonces desconocido puerto de . Esa medianoche el mismísimo demonio se manifestaría.

La leyenda de apareció por primera vez en los sets de televisión de la conductora Cristina Saralegui. Su talk show invadía los hogares limeños y en uno de aquellos programas se presentó un especialista en vampiros contando una alucinante historia. Él narró que en el mundo existieron tres mujeres vampiros.

Una de ellas vivió en la ciudad de Blackburn, . Era una mujer rubia casada con Jhon Roberts, pero esta fiel esposa escondía una doble vida. Dicen que en las calles de Blackburn empezó a murmurarse que ella se dedicaba al ocultismo y la brujería. Como era de esperarse, pronto, aquella conservadora sociedad inglesa la acusó de hechicera.

Se llegó al extremo de decir que en un viaje a Transilvania el mismísimo la sedujo y la convirtió en su amante. Al morderla en una de esas noches de pasión la hizo mujer vampiro. Él la visitaba por las noches para poseerla y salir convertidos en murciélagos por el firmamento inglés. Al amanecer él regresaba a su ataúd y ella regresaba a su casa, al lado de su esposo.

Ante eso las autoridades de su país la sometieron a juicio y la condenaron a muerte, pero como era una vampiro la colocaron dentro de un ataúd y antes de cerrar el cajón le clavaron una estaca en el corazón. A los días la desterraron prohibiéndole ser sepultada en Inglaterra. Su esposo tuvo que llevar el ataúd hasta un lugar desconocido donde nadie sabía la historia que arrastraba sobre su espalda.

Así llegó al Perú, al cementerio de , y allí le dio cristiana sepultura. Pero la segunda parte del relato del vampirólogo provocó el temor entre los habitantes. Contó en el programa que Sarah Ellen maldijo a sus ejecutores antes de morir, les juró retornar de la muerte después de 80 años para buscar venganza. Aquella temible profecía se cumpliría el 9 de junio de 1993.

En la lápida original de , ubicada en el nicho 118 del cuartel San Alberto en la ciudad de Pisco, su esposo escribió lo siguiente: “En memoria de Sarah Ellen, la amada esposa de Jhon Roberts de Blacburn, Inglaterra, nació el 6 de marzo de 1872, falleció el 9 de junio de 1913”.

En la partida de defunción de Sarah Ellen, que se guarda entre los documentos oficiales de la Municipalidad de Pisco, consta que ella murió el 9 de junio de 1913. Pero lo que realmente cambia la historia es la partida de nacimiento del hijo de Sarah Ellen, nacido un 3 de junio de 1913 y al que se le llamó: Tomas Roberts Ellen.

Esto quiere decir que aquella supuesta mujer vampiro jamás fue asesinada en Inglaterra y que más bien falleció en Pisco a causa de un paro cardíaco, 6 días después de dar a luz a su hijo peruano. Poco tiempo después de la fallida resurrección, autoridades de la ciudad de Ica intentaron llevarse el cuerpo de Sarah Ellen. Los pisqueños se atrincheraron para proteger a su consentida y se quedó allí para siempre, para toda la eternidad.

Con los días poco a poco los pisqueños fueron olvidando aquella medianoche que supuestamente iba a resucitar Sarah Ellen. Sin embargo, gracias a la leyenda esta ciudad triplicó el número de turistas por aquellas fechas. Las ventas de estacas y cruces generaron ingresos para este puerto hasta entonces olvidado. Años después Pisco estaría en el centro de atención del mundo, pero ya no por la mítica Sarah Ellen, sino por un terremoto que dejó a cientos de muertos.

Fuente: Enemigos Públicos

Sarah Ellen

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