Zacarías Ocsa, uno de los rescatistas que inició la búsqueda de Ciro Castillo en el Valle del Colca, reveló que el 23 de abril, diez días después del rescate de Rosario Ponce, se escucharon gritos desgarradores.

En diálogo con el diario ‘Trome’, recordó que él y sus colegas se encontraban en la casita de Peigh. “Fui el primero en escucharlos, luego les avisé a los miembros de la USAM de Cusco y a los militares que enviaron para apoyar en la búsqueda. Incluso, gritamos: “Ciro, tranquilo, ya vamos por ti”. “Le pedimos que no gaste sus fuerzas, que se tranquilizara”, refirió.

Contó que estos gritos no pudieron ser parte de su imaginación, porque todos los presentes (cerca de 30 personas) los oyeron. “Nosotros estábamos seguros que Ciro estaba cerca a la casita de Peigh, nos preparamos y salimos a las 4 de la mañana del 24 en su búsqueda. Nos dividimos en cuatro frentes y peinamos la zona, pero no hallamos nada”, dijo Zacarías.

“Aquella voz nos escuchaba porque nos hacía caso, pero solo eran gritos atormentadores, no había llamadas de auxilio”, precisó. Según el rescatista, la zona donde se halló el cuerpo de Ciro ya había sido peinada por los militares que fueron en su busca y que no se encontró nada.