El presunto sicario colombiano Alejandro Trujillo Ospina negó haber entrado a la casa de la empresaria Myriam Fefer para matarla y aseveró que, antes del crimen, no conocía a Eva Bracamonte ni a Liliana Castro, por lo que negó que estas lo hayan contratado para cometer el asesinato.

“Nadie me ha contratado para matar a nadie. No conozco a Eva. Nunca en mi vida la he visto. Tampoco conocía a Liliana Castro ni a Ariel Bracamonte. Sólo los conozco desde ahora, por el problema de ahora”, aseguró al programa Día D.

Aseguró que entró a la casa de la empresaria sólo para robar y que no tenía intenciones de matar a nadie. Contó que se estaba llevando una computadora de la casa, cuando se despertó Myriam Fefer a causa de los ladridos del perro. Según Trujillo Ospina, él forcejeó con ella y luego la amarró a la cama. “Todo fue tan rápido que de un momento a otro se desmayó y yo salí”, agregó.

“Yo no la maté, fue un accidente. Cuando salí de ahí, no sabía si estaba viva o muerta. Esa señora quedó desmayada. No corroboré si estaba viva o muerta”, puntualizó.

Además, negó ser un sicario. “Si hubiese querido matarla, hubiera entrado con un arma. Si fuese sicario, la hubiera matado diferente. La hubiese esperado en la calle. No creo que hubiera entrado a una casa donde hay gente a matar a una persona, es algo ilógico. (…) No soy ningún sicario”.