Una empleada doméstica era parte de un grupo de extorsionadores, que operaba desde una de las celdas del penal El Milagro, en Trujillo.

María Lucrecia Córdova Caballero, de 49 años, trabajaba en la casa de la familia Castrejón de La cruz, hasta que ellos denunciaron ante la Policía que se había convertido en víctimas de los delincuentes.

Tras las investigaciones pertinentes, los efectivos descubrieron que Córdova Caballero visitaba en el penal a su pareja, Edy Bobadilla, y al amigo de este, Víctor Nacarina, dos rankeados extorsionadores.

Asimismo, la descubrieron haciendo una recarga al mismo número telefónico que amenazaba a sus patrones. Según informó América Noticias, ella fue detenida y condenada a nueve meses de prisión preventiva.