En especial el 30 de agosto de cada año, son incontables los devotos de la Santa de Lima que la visitan en dicha fecha.

A lo largo de la carretera se puede apreciar sorprendentes paisajes y pequeños pueblos en todo el camino, en los que siempre resaltan las iglesias y las casas pintadas con colores ocres.

Fuente: Perutoptours.com