Tras la reunión que sostuvo la fiscal María del Rosario Lozada y los peritos del Instituto de Medicina Legal concluyeron que Ciro Castillo no murió dando tumbos como se creía, sino que la caída fue de un sólo tiempo y de una distancia de entre 10 a 15 metros que le causó la muerte instantánea.

Lo que faltaría determinar es: ¿Por qué Ciro habría pretendido bajar el cerro? Acaso ¿alguien lo estaba persiguiendo?

Según fuentes del diario ‘Ojo’, que recoge ‘Correo’, la fiscal Lozada estaría barajando varias hipótesis sobre la muerte de Ciro, por lo que se ha determinado realizar nuevas diligencias que son necesarias para su informe final que será el 4 de enero.

“Ya he recibido los dictámenes (de la necropsia) y se está contrastando con las evidencias recogidas en el nevado Bomboya”, dijo. Las nuevas diligencias a las que hizo referencia la fiscal se guardan en reserva, pero una de ellas sería una nueva citación a Rosario Ponce, probablemente para una visita al Bomboya.

La otra es la diligencia de inspección policial en la montaña los días jueves y viernes, no sólo para establecer si existe un camino por donde pudo haber caminado Ciro, sino si es posible bajar por el cerro hasta llegar al lugar donde encontraron el cadáver.

Pero si esta operación es difícil y pone en peligro la vida de los peritos de Homicidios, abortarán la misión.