“Espero que Chile bombardee al Perú. Que se jodan y se queden sin nada. Misios (pobres) de m…”, escribe en las redes sociales de Internet una joven que no es ninguna chilena fanática, sino una peruana indignada porque Ollanta Humala ganó las elecciones y será el próximo presidente de su país.

“Ojalá se destruya Machu Picchu, para que no tengan con qué comer”, añade otro usuario, en una “antología” de frases racistas hecha por la página Vergüenza Democrática, que cuestiona ese tipo de comportamientos.

Aunque tras las elecciones la tensión cedió y muchos de los que no votaron por Humala admiten la legitimidad del triunfo y esperan que haga un buen gobierno, algunos sectores de Lima, formados sobre todo por jóvenes de clase media o alta, se niegan a aceptar el resultado y arremeten contra quienes votaron por el izquierdista, señala El Mundo.

“Cholos ignorantes de mierda. Vienen a cag… más al Perú”, anota un usuario. “Malditos indios ignorantes”, añade otro. “Puneños (gente del departamento andino de Puno, básicamente aymara), muéranse de frío”, afirma un tercero.

Para el psicoanalista Jorge Bruce, coyunturas como la electoral hacen que se destape el racismo sumergido en el inconsciente de buena parte de los peruanos. Sociólogos como Sinesio López y Gonzalo Portocarrero atribuyen ese racismo a un rezago colonial.

Esos sectores se niegan a creer que su odiado “cholo fracasado de porquería” vaya a ser presidente. Ese fenómeno era ya intenso desde antes del domingo y ha acompañado el ascenso de Humala, quien, aunque limeño, proviene de una familia del departamento andino de Ayacucho, con excepción de su abuelo materno, un inmigrante italiano.

Fuente: ElMundo.es