En el mediano plazo, la Amazonía podría convertirse en una gran extensión de tierras desérticas, si los gobiernos no controlan y fiscalizan la explotación petrolífera y minera, la construcción de carreteras, la instalación de empresas hidroeléctricas y la deforestación.

A esta conclusión llega el Atlas “Amazonía bajo presión”, que será lanzado a nivel internacional este martes, en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia.

El Atlas fue elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), que reúne a instituciones de los ocho países que comparten la cuenca amazónica.

“El Estado peruano, más que proteger su Amazonía viene promoviendo actividades extractivas pues, de acuerdo a datos oficiales al 2004, la extensión de territorios amazónicos concesionados era solo 15% y para 2010 se llegó a 75%”, señaló Richard Chase Smith, director ejecutivo del IBC, miembro de la RAISG.

Indicó que “entre los años 2000 y 2010 se perdieron más de 1,5 millones de hectáreas de bosque amazónico en Perú, lo que evidencia el preocupante y acelerado crecimiento de la deforestación, por lo que es indispensable frenar su avance”.

Próximamente, la RAISG ampliará el análisis de las presiones a otros factores, como la minería ilegal, extracción maderera y agropecuaria, que servirán para completar el panorama que presenta actualmente la Amazonía a nivel global.

Fuente: Difusión