Los cuerpos sin vida de Juan Chumpitaz Vera, dirigente de la comunidad campesina San Marcos de la Aguada, en Mala (Lima), y de su guardaespaldas, quienes fueron cobardemente acribillados, fueron retirados de sus viviendas ante el dolor de los familiares.

Teresa Reyna Tanacio, cónyuge de Chumpitaz y única sobreviviente de la masacre narró que dos sicarios ingresaron a su casa y sin mediar palabra alguna, dispararon a matar.

Según la esposa de Juan Chumpitaz, ellos recibían amenazas de muerte. Trascendió que el ataque habría sido motivado por la disputa de la dirigencia de la comunidad.

Según testigos de la zona, fueron siete los sujetos que bajaron armados de un vehículo negro y sorprendieron al dirigente cuando se encontraba con su esposa y dos guardaespaldas.

Hasta el lugar del crimen llegaron peritos de criminalística y la fiscal de turno, quienes analizaron la escena del crimen.