Tras ser atendido por un accidente casero, médicos y enfermeras del centro de salud de San Jerónimo de Tunán, en Junín, enviaron a su casa a un menor de 15 años, sin percatarse que suturaron la herida con un vidrio de 1 cm por 5 cm dentro de una de sus nalgas.

El menor sentía fuertes punzadas durante varios meses pero el personal médico solo las atribuía al proceso de cicatrización.

El adolescente de 15 años indicó que los dolores se agudizaron cuanto se integró a un elenco de danzas. Y por ello junto con su madre se dirigieron al policlínico de Essalud en Huancayo donde los médicos tampoco detectaron el objeto incrustado.

Fue una pariente, quien preocupada por la pus que salía de la herida, decidió practicar una incisión y extrajo de la nalga del menor un vidrio de 1 cm x 5 cm. Por lo que Clelia Maldonado, madre del menor, denunció la negligencia por el mal servicio que le brindaron en los dos centros de salud a los que acudió.