Según informó ‘América Noticias’, tras percatarse que la nonagenaria estaba viva, la carroza fúnebre que la llevada hasta su casa en su natal Ambo, la trasladó a un hospital para ser atendida.

“Le había dado un paro cardíaco. De repente mi mamá se murió y reaccionó con el movimiento del carro”, dijo una de sus hijas, quien atribuye el hecho “a un milagro”.

Al respecto, el enfermero que atendió a la mujer confirmó que la anciana ya no tenía signos vitales y había certificado su deceso. Hasta el nosocomio llegaron sus hijos para compartir su alegría.

“Si a mi mamá la dejaba acá (en el hospital), quizás la llevaban a la morgue y le ponían formol, algo le habría pasado”, agregó su hija.

Incluso, uno de los hermanos de Faustina Espinoza, que había llegado a la ciudad de Huánuco para asistir a su velorio, se reencontró con ella luego de 20 años.